Abogados y Nuevas Tecnologías: Postulados para una Justicia Digital Internacional
Estado Diario
Ariel Wolfenson.
A nivel internacional se requiere la positivización de un nuevo tratado internacional que pueda regular los Derechos Digitales, como componente jurídico imprescindible para el éxito de la nueva era de la tecnología humana. En este aspecto, la reciente Carta de los Derechos Digitales de España se erige como un referente en la materia.
Por otra parte, requerimos un instrumento internacional que fije lineamientos y directrices mayor definidas sobre cómo se podrán restringir los derechos humanos en un contexto de crisis sanitaria mundial.
Es imperioso actualizar la legislación doméstica para entregar tutela efectiva a los nuevos alcances de los derechos fundamentales derivados del desarrollo tecnológico y las comunicaciones. Utilizando la Constitución como marco general de principios y/o derechos digitales, y delegando exclusivamente a la Ley para la regulación del detalle de los mismos, de forma de propender a la estabilidad de la Carta Magna en el tiempo y durante la prominente evolución que tendrá la tecnología en las próximas décadas.
Se deben digitalizar todos y cada uno de los procedimientos del sistema judicial y eliminar, urgentemente, los trámites burocráticos o aquellos que no propendan a una justicia rápida, oportuna, autocompositiva, inmediatica y telemática. Con foco en la automatización y uniformidad de las reglas procesales de los procedimientos legales en sus distintas materias y del cruce de información.
La jurisprudencia y doctrina, en conjunto con las nuevas regulaciones, deberán encaminar todos sus esfuerzos en resolver con armonía las eventuales incompatibilidades, controversias o colisiones jurídicas que surjan entre las garantías fundamentales en una atmósfera nueva, la de un mundo digital.
Se deben adoptar políticas públicas que estén encaminadas a informar e instruir a la población sobre las oportunidades que conlleva, pero también la correcta y adecuada forma de utilización de las nuevas tecnologías. Eliminando la autotutela digital y las hostilidad en redes de comunicación social.
Finalmente, se debe universalizar el acceso al internet como un nuevo derecho. Y permitir que las prestaciones de todo tipo y de la más diversa clase, puedan realizarse de forma telemática o exista siempre el derecho a elegir entre la presencialidad y la virtualidad, tanto en la salud, educación, trabajo, y especialmente en la justicia.
Puede leer la columna directamente en el siguiente enlace: